lunes, 19 de julio de 2010

Afroargentinos: parte de nuestra historia e independencia de Argentina, Chile y Perú

Ahora que vivo cerca de ellos, quise saber sobre su historia en mis pagos, y encontré el Manual de los Afrodescendientes en las Américas y el Caribe (UNICEF - Organizaciones Mundo Afro - Centro de Estudios e Investigaciones Afro, 2006) que cuenta, entre otras cosas que:

Durante el gobierno de Rosas hubo una importante presencia de la comunidad negra en Buenos Aires, alcanzando un 30% de la población total. En el noroeste argentino, en la zona de Tucumán el 42% de la población era negra; en Santiago del Estero 54%; Catamarca 52%; Salta 46%; Córdoba 44%; Jujuy 13%.

A lo largo del siglo XIX se produjo un decrecimiento sostenido de los afrodescendientes, que se atribuye a la exterminación por distintas guerras, en las que su participación era compulsiva por la "LEY DE RESCATE DE LOS ESCLAVIZADOS", o por la promesa de la libertad luego de cinco años de servicio militar. Su incorporación fue paulatina en tropas, siempre ocupando los puestos más peligrosos en el campo de batalla:
  • En 1801 se reglamentaron formaciones milicianas de negros esclavizados a las que se denominó Compañías de Granaderos de Pardos y Morenos. Cuando en 1806 se produce la primera invasión inglesa a Buenos Aires, fueron los esclavizados los que asumieron los mayores riesgos en la defensa de la ciudad.

  • José de San Martín desarrolló una serie de campañas decisivas para la independencia de Argentina, Chile y Perú que fueron desarrolladas con la participación del Regimiento de Granaderos a caballo, compuesto de 1,200 hombres de los cuales 800 eran negros libertos , es decir, esclavos rescatados por el Estado para el servicio de las armas. La muerte masiva de afrodescendientes reclutados para el Ejército de Los Andes fue un hecho reiterado durante la campaña de Chile, Perú y Ecuador. Entre 1816 y 1823, de los 2500 soldados afrodescendientes que iniciaron el cruce de Los Andes, fueron repatriados con vida 143.

  • Entre 1825 y 1828 los afrodescendientes integraron filas en la guerra contra Brasil, y posteriormente participaron en las guerras civiles entre unitarios y federales. El Brigadier General y Gobernador de Buenos Aires, Don Juan Manuel de Rosas convocó afrodescendientes para formar el Batallón Provincial y el Batallón Restaurador. Con el fin de la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay (1865-1870) pareció concluir el calvario del hombre negro en las fuerzas armadas. Pasada la gesta de la campaña libertadora, se continuó con la costumbre de complementar regimientos de blancos con regimientos de negros, aunque siempre separados.

Las corrientes migratorias de fines del siglo XIX propiciadas por la Constitución y estimuladas por el Estado, fueron selectivas en su origen europeo. El Estado asumió como misión la idea del blanqueamiento de la población como requisito para el desarrollo y el progreso del territorio. Los ideólogos Bartolomé Mitre y Julio A. Roca, restringieron la inmigración africana y asiática, e instalaron en el imaginario la negación de la propia realidad negra dentro del país. Los tipos sociales indígena y afrodescendiente se convirtieron así en el prototipo de “gauchos” y/o “criollos”.

Los nuevos migrantes desplazaron a los afrodescendientes, quienes fueron replegándose hacia áreas alejadas de los grandes centros urbanos, olvidados por el Estado-Nación que habían contribuido a formar. En esta misma coyuntura, en los documentos oficiales la gama de la población anteriormente denominada negra, parda, morena, "de color", pasó a determinarse como "trigueña", designación esta que puede aplicarse a diferentes grupos étnicos o a ninguno.

El período que va de 1838 a 1887 es crucial en el proceso que ha sido designado por algunos historiadores como de "desaparición artificial", ya que para fines de 1887 el porcentaje oficial de negros era de 1,8%. A partir de ese período los censos nacionales argentinos no incluyen información desagregada por raza/etnia que considere a afroargentinos.

Las contribuciones lingüística y culturales de los esLista numeradaclavizados en la Argentina son insoslayables. A pesar de tanta adversidad, los africanos dieron origen a formas artísticas populares como la payada, el tango, la milonga y la chacarera . Aportaron infinidad de palabras al lunfardo (bombo, batuque, conga, candombe, malambo, mandinga, mucama). Hicieron contribuciones al teatro, la música, el circo, y a las artes culinarias con la incorporación de las achuras y el mondongo a la alimentación, la mazamorra y el locro.

Una parte de nuestra historia que merece ser recordada: la participación de quienes sufrieran la diáspora africana para ser traídos a nuestro continente como esclavos, y que en busca de su libertad, aportaron a la nuestra.

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